El Indice de Precios al Consumo en la Región de Murcia (IPC) subió un 0,2 por ciento en febrero, a pesar de lo cual la tasa interanual permanece invariable, en el 0,6 por ciento. Con ello, continuamos siendo la Comunidad Autónoma con los precios más bajos, medio punto inferior a la media nacional (1,1).

El comportamiento de los precios en la Región durante el pasado mes ha sido similar al del conjunto nacional, donde la subida en los combustibles ha empujado al alza el grupo de transporte en un 1,6 por ciento; así como el incremento de precios en los paquetes turísticos, que eleva ocio y cultura un 0,7 por ciento, el mismo porcentaje que sube el grupo de comunicaciones por la actualización de las tarifas telefónicas.

En sentido contrario y también de modo similar al conjunto nacional, durante febrero han bajado vestido y calzado (-1,2 por ciento) dando continuidad a los efectos de las rebajas de invierno; junto con vivienda (-1,2), donde se refleja el descenso de los precios de la electricidad.

Por lo tanto, y a pesar de la subida mensual, en la Región nos encontramos en un nivel de precios que es el más bajo en los últimos doce meses y da continuidad a una tendencia de moderación de la inflación iniciada en el mes de septiembre, cuando alcanzó su punto más alto con un 2,2 por ciento. Con ello se confirma que la demanda no logra alcanzar un vigor suficiente para elevar los precios, en un contexto de moderación de la perspectivas de crecimiento tanto a nivel nacional como regional.

En el corto plazo, y teniendo en cuenta las incertidumbres que presenta el marco político, no parece que los precios vayan a repuntar, ya que las decisiones de compra e inversión suelen aplazarse a la espera de mayor estabilidad, con lo que la inflación se situaría en el entorno actual. En la misma dirección apunta la inflación subyacente que recoge los elementos más estructurales de los precios y en la Región se sitúa en el 0,4 por ciento. Sin embargo, tampoco hay que olvidar los efectos positivos que una inflación baja tiene en la capacidad adquisitiva de los consumidores y en la mejora de la competitividad de las empresas murcianas.