La Cámara de Comercio de Murcia centrará su actividad durante el año que comienza en la mejora de la competitividad de las empresas murcianas, a través de tres ejes de actuación principales: digitalización, internacionalización y gestión de fondos europeos.

Respecto a la digitalización, la Cámara contará con un coworking digital para impulsar la transformación digital del tejido empresarial regional, en su inmueble de la calle Frutos Baeza. Este proyecto, que supone una inversión de 283.000€, es resultado de su designación como Organismo Beneficiario de los fondos FEDER que gestiona la Fundación INCYDE para este tipo de espacios. Las instalaciones permitirán a empresarios y profesionales ligados al mundo digital desarrollar su actividad beneficiándose de una serie de servicios compartidos que faciliten su operativa.

Asimismo, a través de su Oficina AceleraPyme, la Cámara viene trabajando en la difusión del Kit Digital, el programa de Red.es financiado por la Unión Europea a través de los fondos «NextGenerationEU», que tiene como objetivo promover la digitalización de pequeñas empresas, microempresas y autónomos. En la actualidad, el programa tiene activas tres convocatorias que conviven en paralelo y cuyo plazo de solicitud continúa abierto. Los autónomos y empresas de menos de 50 empleados pueden solicitar la ayuda de Kit Digital y optar a bonos digitales de 2.000, 6.000 o 12.000 euros, en función del segmento al que pertenezcan.

La gestión de fondos europeos es otro de los grandes ejes de la hoja de ruta de la Cámara, calificado como “gran oportunidad para transformar nuestra Región y nuestro país, si se emplean en las reformas estructurales necesarias para elevar el potencial de crecimiento de la economía”.

Con este fin, la Cámara desarrollará programas europeos en diversos ámbitos, que suman un presupuesto global de 1,7 millones de euros procedentes tanto del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) como del Fondo Social Europeo. Los programas abarcan diferentes objetivos como impulsar el emprendimiento (España Emprende y Programa de Apoyo Empresarial a las Mujeres); introducir a las pymes en la cultura de la innovación (InnoCámaras e InnoXport); mejorar la competitividad de las pymes mediante la incorporación y uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TICCámaras); o salir a nuevos mercados internacionales, especialmente a través del fomento del marketing digital  (Xpande Digital) .

La mejora de la formación de los recursos humanos también cuenta con fondos europeos, dirigidos a colectivos específicos: Programa Integral de Cualificación y Empleo (PICE), que forma parte del Sistema Nacional de Garantía Juvenil; Programa 45+ para los mayores de 45 años en situación de desempleo; o Programa de Formación Profesional Dual en la Empresa y Somos FP Dual, que buscan el impulso de esta modalidad formativa.

El eje de la internacionalización sigue siendo una de las señas de identidad cameral como objetivo marcado por la ley. En este sentido, durante 2023 está previsto llevar a cabo 20 actuaciones de promoción internacional dentro del Plan de Promoción Exterior que la Cámara realiza conjuntamente con el Instituto de Fomento. A ello se suma su labor de formación especializada en esta materia; la legalización y despacho de documentación; o la gestión del recinto aduanero MurciAduana, donde se requiere financiación para adecuarse a las exigencias que impone el Brexit y los nuevos reglamentos fitosanitarios.

Otros ámbitos en los que la Cámara seguirá trabajando son el apoyo al comercio de proximidad; la ampliación de la oferta de la Formación Ejecutiva; la creación del Club Cámara como foro de opinión y debate de referencia en el ámbito empresarial y económico de la Región; y el impulso al arbitraje como vía de resolución extrajudicial de los conflictos interempresariales.

Programa tiene como objetivo mejorar la base de empresas exportadoras regulares a través de un conjunto de apoyos en base a las necesidades y características de las empresas.

La Región de Murcia cierra 2022 con 2.459 parados menos, lo que supone un descenso anual del 2,6 por ciento, por debajo de la media nacional que ha sido del -8,6. También la afiliación a la Seguridad Social evoluciona en positivo, subiendo en el año en 12.178 personas hasta llegar a un total de 631.835 afiliados, alcanzando un incremento anual del 1,9 por ciento (2,3 a nivel nacional).

Resultado de la mayor actividad propia de la campaña navideña, diciembre ha contribuido a esta evolución con una bajada del paro del 1,1 por ciento respecto al mes anterior; y una subida de la afiliación del 0,1 por ciento. Concluye así un año de avance para el mercado laboral regional, aunque se modera la intensidad con la que se ha venido logrando.

La Región cierra el ejercicio con 89.962 parados registrados, un nivel de paro similar al de hace 14 años, anterior a las consecuencias de la crisis económica de 2008 y la producida por la pandemia. Sin embargo, cabe precisar la complejidad de la comparación de los datos, dado que vienen determinados por los cambios en la definición de parado introducida por la reforma laboral, especialmente en cuando a los fijos discontinuos que estando en situación de inactividad, ya no se consideran parados.

Buena evolución de todos los sectores

Todos los sectores se han visto beneficiados por la evolución del paro durante el pasado año. Concretamente, agricultura ha tenido el mejor comportamiento con 1.576 personas en paro menos (-22,1 por ciento); seguido de servicios con 677 parados menos (-1,1 por ciento); construcción, donde la disminución es de 634 personas (-8,5); e industria, con 367 parados menos (-3,8). En sentido contrario, el colectivo sin empleo anterior aumenta en 795 personas su nivel de paro, lo que supone una subida del 9,8 por ciento.

Perspectivas inciertas

De cara al año que comienza, los empresarios advierten de la persistencia de las incertidumbres globales que presenta la economía nacional e internacional, especialmente en lo relativo a los elevados niveles de inflación y la inestabilidad geopolítica. En el primero de los casos, destaca el aumento de los precios de la energía y los alimentos, con sus efectos en el consumo privado y las decisiones de inversión de las empresas, a lo que se suma la subida de los tipos de interés.

En cuanto al escenario internacional, sigue afectando la ausencia de resolución de la guerra de Ucrania y las desfavorables perspectivas económicas que presenta China, según los principales organismos internacionales.

En cuanto a las limitaciones propias de la actividad empresarial regional, destacan las amenazas a la disponibilidad de agua y su elevado precio, en una economía tan dependiente de este recurso; así como la necesidad de financiar estructuras fundamentales para el incremento de la competitividad empresarial como el Corredor Mediterráneo.

Todos estos factores se reflejan en un mercado laboral de perspectivas inciertas para 2023, donde será difícil mantener la reducción del paro aunque se siga creando empleo, en un contexto de crecimiento económico moderado.