La finalización de las actividades asociadas a la temporada turística marcan la estacionalidad del mes de septiembre donde la afiliación a la Seguridad Social suele descender. Así, el pasado mes en la Región de Murcia el número de afilados descendió en 1.715 personas, lo que supone un -0,3 por ciento.

Sin embargo, el comportamiento del paro fue positivo, con 681 parados menos (-0,6 por ciento). La confluencia de ambos registros, que en principio parece contradictoria, se explica por el alto nivel de paro alcanzado desde el inicio de la pandemia, con 16.853 parados más en relación a febrero, así como 10.396 afiliados menos. Además, también hay que tener en cuenta que no se computan los 10.565 trabajadores que aún permanecen en situación de ERTE en la Región; ni la escasa actividad de los autónomos que reciben ayudas por el elevado descenso de sus ingresos.

En el marco nacional el paro registrado ha seguido la misma evolución, con un descenso de 0,7 por ciento; mientras la afiliación a la Seguridad Social ha mantenido un signo contrario al regional, conseguiendo un aumento del 0,5 por ciento.

Todos los sectores han visto descender su número de parados, especialmente construcción (-3,8 por ciento); seguido de industria (-2,8); agricultura (-1,4) y servicios (-0,4). En este último, donde habitualmente sube el paro en septiembre por la finalización de los contratos ligados a las actividades turísticas, se ha dado la circunstancia de que la escasa actividad de los meses previos se ha traducido en una reducción del paro. En cuanto al colectivo sin empleo anterior, el paro ha subido un 4,1 por ciento, por la dificultad de los jóvenes para acceder al mercado laboral en la difícil situación actual.

En la atípica coyuntura económica y laboral, las Cámaras de Comercio instan a adoptar medidas como facilitar el acceso al crédito a las pymes para que logren mantener el empleo; recuperar la normalidad en el sistema de pagos para reducir la morosidad; o agiliza la creación de empresas, reduciendo sus costes burocráticos. En materia fiscal, debería contemplarse la suspensión y/o el aplazamiento automático y sin intereses del pago de impuestos nacionales, autonómicos y locales vinculados a sectores especialmente afectados como el comercio, el turismo o el ocio. Los empresarios también consideran necesario reducir el coste del empleo, mediante un aplazamiento o, incluso, reducción del pago de las cuotas a la Seguridad Social en los sectores más castigados por la pandemia.