El Indice de Precios al Consumo en la Región de Murcia (IPC) acabó 2018 con una inflación interanual del 0,9 por ciento, tras descender seis décimas en diciembre. Este comportamiento fue similar al del marco nacional, donde los precios descendieron el pasado mes cuatro décimas, aunque en este caso la tasa anual ha quedado en un 1,2 por ciento.

Estos datos nos convierten, un año más, en una de las Comunidades Autónomas con los precios más bajos, solo por detrás de Baleares, aunque con un avance respecto al 0,6 por ciento con el que cerramos el año previo. En este sentido, son destacables los efectos positivos que una inflación en los actuales niveles tiene en el poder adquisitivo de los consumidores y en la competitividad de las empresas murcianas en los mercados.

Cae la cotización del crudo

En la recta final del año y debido a la caida de la cotización del crudo en los mercados internacionales, los precios en la Región de Murcia han acelerado su senda de moderación. Concretamente, el punto de inflexión se inicia en el mes de septiembre, donde la inflación regional había alcanzado una tasa del 2,2 por ciento, tras continuos avances desde el 0,0 por ciento con el que se iniciaba 2018.

Asimismo, esta moderación se refleja también en la inflación subyacente, que descuenta los componentes más volátiles de los precios, y que en la Región de Murcia se ha situado en el 0,6 por ciento.

En el conjunto del año, los grupos más inflacionistas han sido comunicaciones (+2,2 por ciento), principalmente por los servicios postales que en el cómputo de año suben un 12,2 por ciento; así como alimentos y bebidas no alcohólicas, junto con medicina, ambos con un +1,5 por ciento.

En sentido contrario, el grupo de menaje ha visto descender sus precios un 0,2 por ciento; a lo que se suma la bajada interanual de transporte en un 0,1 por ciento. En este último grupo es especialmente significativa la bajada producida en el mes de diciembre, un 3,5 por ciento, por el impacto del descenso de los precios de los carburantes.

Como conclusión, comenzamos un año en el que la inflación regional presenta margen de recorrido a tenor tanto del crecimiento que mantenemos, como de las previsiones que nos sitúan entre las Comunidades Autónomas más dinámicas. A este respecto, el mantenimiento de la buena evolución del mercado laboral deberá tener su impacto en el consumo y en el crecimiento, trasladando su reflejo a los precios.

La tasa mensual del Indice de Precios al Consumo en la Región de Murcia (IPC) no ha variado durante el mes de noviembre (0,0 por ciento), lo que supone un recorte en la tasa interanual de siete décimas hasta situarse en el 1,4 por ciento. De esta manera, los precios abandonan la senda alcista de los cinco meses anteriores en los que superaban el nivel del 2 por ciento y nos situamos como la segunda Comunidad Autónoma con la inflación más baja, junto con Andalucía y solo por detrás de Baleares.

Por otra parte, hay que destacar que el mantenimiento mensual de los precios se produce así en un mes tradicionalmente inflacionista, debiendo remontarnos a 2008 para encontrar una variación mensual con signo negativo en la Región de Murcia. Esta situación es similar al comportamiento de los precios en el conjunto de España, donde la variación mensual ha sido del -0,1 por ciento, recortando la tasa interanual en seis décimas hasta situarse en el 1,7 por ciento.

Por lo tanto, la evolución de los precios permite que el expansivo crecimiento económico que mantiene la Región sea compatible con la moderación de las presiones inflacionistas, lo que beneficia el mantenimiento del poder adquisitivo de los ciudadanos y da margen a un mayor crecimiento del consumo.

El comportamiento mensual en la Región ha estado marcado por los productos energéticos que tienen su reflejo más significativo en el grupo de transporte (-1,8 por ciento); junto con los menores precios de la fruta, que han determinado la bajada del grupo de alimentos y bebidas no alcoholicas (-0,8). El mismo porcentaje de descenso, un 0,2 por ciento, han registrado vivienda, ocio y cultura, y hoteles, cafés y restaurantes. El primero de los casos se produce por el descenso de los precios de la electricidad; mientras que los otros dos, vinculados a servicios, se encuentran en temporada baja. En sentido contrario, el grupo con mayores subidas ha sido vestido y calzado (+6,2 por ciento), que aún se ve influido por los cambios a la temporada otoño-invierno.

Con esta evolución, la inflación subyacente en la Región, la que considera los elementos menos volátiles de la economía, se sitúa en el 0,6 por ciento, tres décimas por debajo de la nacional (0,9 por ciento), lo que indica que podría quedar margen de descenso, siempre que los precios de los productos energéticos no vuelvan a repuntar. También hay que tener en cuenta el componente de mayor consumo que se da en las fechas navideñas.