Las recetas que estudia el Eurogrupo para hacer frente al Covid-19

El Eurogrupo trabaja en un paquete de medidas económicas para atajar la crisis del coronavirus que pasa por usar las líneas de crédito del Mecanismo Europeo de Estabalidad (MEDE) -el fondo de rescate-, movilizar hasta 200.000 millones del Banco Europeo de Inversiones (BEI) y activar un fondo de ayudas contra el paro.

Los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea se reúnen por videoconferencia con el objetivo de pactar un nuevo conjunto de medidas frente a una pandemia que llevará al bloque a la recesión y amenaza con disparar los niveles de paro.

En las reuniones para preparar el encuentro mantenidas esta semana, los países han debatido además la propuesta francesa de crear un fondo temporal para financiar la recuperación, así como la iniciativa holandesa de un fondo de entre 10.000 y 20.000 millones para costear gasto sanitario en los países más afectados.

Los planes del Eurogrupo pasan en primer lugar por utilizar el MEDE, el fondo de rescate establecido durante la pasada crisis, que cuenta con 410.000 millones de euros en capacidad de préstamo.

En concreto, se activaría una línea de crédito preventiva con condiciones reforzadas, un instrumento que ya existe pero nunca se ha utilizado, a la que podrían acceder todos los países que lo necesiten.

Esta línea permitiría desembolsar financiación por hasta el 2 % del PIB del país que lo solicite, lo que supondría cerca de 25.000 millones en el caso de España.

Estaría disponible por un periodo inicial de doce meses, los créditos vencerían en un plazo de entre cinco y diez años y los costes de servicio se rebajarían, según un documento del MEDE presentado al Eurogrupo.

Las condiciones se limitarían a destinar los fondos recibidos a costear la respuesta económica y sanitaria y respetar las reglas fiscales europeas, según ha explicado el director gerente del fondo, Klaus Regling.

El argumento, defendido también por el presidente del Eurogrupo, Mário Centeno, es que esta crisis es muy diferente a la anterior, ya que afecta a todos los países y ha sido provocada por factores externos, por lo que las condiciones también deben ser distintas a las reformas estructurales o privatizaciones que se exigieron en los rescates.

Normalmente, sin embargo, la concesión de una línea de crédito preventiva va asociada a un programa de vigilancia por parte de las instituciones o un análisis sobre la sostenibilidad de la deuda pública, entre otros.

Los países aún discrepan sobre las condiciones que deberían imponerse para la línea destinada a la pandemia, que España, Italia o Francia quieren relajar al mínimo, pero se espera que el próximo martes haya acuerdo para activarla, según varias fuentes.

Otra opción que barajan los ministros sería crear un nuevo instrumento dentro del MEDE para conceder financiación rápida, que tendría un menor volumen disponible y vencimientos más cortos, pero no iría acompañado del estigma de las ayudas tradicionales del fondo de rescate.

Sería similar al Instrumento de Financiación Rápida del Fondo Monetario Internacional, destinado a financiar el gasto en emergencia. Al tratarse de una herramienta de nueva creación, sin embargo, sería más difícil tenerla lista a corto plazo, por lo que en principio no se prevé que quede acordada este martes.

Fondo de Garantías del BEI

El Eurogrupo estudia también la propuesta del BEI para crear un fondo con 25.000 millones de euros en garantías aportadas por los Estados miembros, lo que permitiría movilizar 200.000 millones de euros en financiación para dar liquidez a las empresas europeas.

La medida se añade a un primer paquete de 40.000 millones de euros en financiación para pequeñas y medianas compañías adoptado ya en marzo por el Banco.

Fondo contra el paro

La Comisión presentó el pasado jueves la iniciativa «SURE», un fondo temporal que contará con 100.000 millones de euros para conceder préstamos a los países más afectados, que podrán utilizar la financiación para costear la puesta en marcha de esquemas de trabajo temporal que eviten despidos.

Se trataría de sistemas como los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) que permitirían mantener los contratos y que el Estado intervenga para pagar los salarios, de modo que se evite la destrucción de empleo y las empresas puedan retomar la actividad rápidamente una vez se empiece a volver a la normalidad.

Para echar a rodar, los Estados tendrán que aportar primero un total de 25.000 millones de euros en avales que la Comisión utilizará como colateral para emitir deuda y conseguir financiación en el mercado. Después la trasladaría a los países en forma de créditos con condiciones favorables.

Propuestas francesa y holandesa

Además de estas medidas, en las reuniones preparatorias del Eurogrupo se ha debatido la propuesta de Francia de crear un fondo temporal -por cinco o diez años-, cuyo volumen no ha precisado, que serviría para costear medidas de recuperación.

Para obtener la financiación, París plantea que la Comisión emita deuda avalada por todos los Estados. Para pagar por los bonos propone establecer un «impuesto de solidaridad» comunitario o contribuciones de los países.

Holanda, tras ser criticada por falta de solidaridad con los países del sur, ha propuesto crear un fondo de entre 10.000 y 20.000 millones de euros que efectuaría pagos directos, no préstamos, a los países más afectados por la pandemia para costear gasto sanitario.

El fondo estaría disponible tres años y se nutriría de las contribuciones voluntarias de los Estados miembros, según el borrador de la propuesta.

‘Coronabonos’

El paquete que está cuajando no da respuesta de momento a las demandas de España, Italia o Francia para llevar a cabo algún tipo de mutualización de deuda, ya sea bautizada como «coronabonos» o con otro nombre.

La propuesta aún está sobre la mesa, pero Holanda, Alemania, Austria, Finlandia o los bálticos mantienen su rechazo a la misma por la mutualización de riesgos que conlleva.

Fuente: Expansión

La Cámara de España lidera en Eurocámaras la petición de una acción contundente de la Unión Europea

El presidente de la Cámara de Comercio de España, José Luis Bonet, ha instado a la presidencia de Eurocámaras a exigir a la Unión Europea una acción contundente para hacer frente a la crisis del COVID-19.

En una carta dirigida al presidente de Eurocámaras, Christoph Leitl, y a los miembros de la presidencia de esta organización que agrupa a las Cámaras de Comercio europeas, José Luis Bonet asegura que “el apoyo de la Unión Europea a los esfuerzos de nuestros Gobiernos es inaplazable. El proyecto europeo se encuentra ante su mayor desafío, y tiene la oportunidad histórica de mostrar su valor a nuestros ciudadanos”.

Bonet apremia a Eurocámaras a alzar la voz y trasladar a las instituciones y a los Gobiernos de los estados miembros “que no podemos esperar, que nos jugamos nuestro futuro y que no debemos aceptar que la Unión Europea escatime medios para que los países de la Unión más afectados puedan contar, desde el primer día, con la solidaridad financiera y política de los demás”.

El presidente de la Cámara de España incide en su misiva en que si los gobiernos no responden como ciudadanos y empresas esperan, el proyecto europeo se enfrentará a la desafección de nuestra sociedad y, finalmente, se diluirá. “Aquellos que no estén dispuestos a entenderlo y a dar todos los pasos que este momento exige, rendirán cuentas ante la Historia. Ha llegado el momento de actuar. El momento de más Europa”, concluye Bonet.

Fuente: Cámara de España

La Región pierde a su segundo socio comercial en el exterior por el virus

El colapso del país transalpino pasará una pesada factura a la industria murciana, que ve desvanecerse a su segundo socio comercial por detrás de Francia. Los pedidos italianos inyectaron el año pasado 1.153,7 millones de euros a la economía regional. Hasta antes de la aparición del coronavirus lo más demandado eran gasóleo, lubricantes, cítricos, verduras, conservas, pescado, aceite de oliva, plásticos y moda, ámbitos que se resentirán con la pérdida de buenos clientes. Un total de 594 empresas locales verán trastocadas sus cuentas por ello.

Alemania, Francia y Reino Unido. Fue la tríada que encabezó la compra de productos murcianos durante las últimas dos décadas, alternándose cada cierto tiempo. En 2017 irrumpió con fuerza Italia y se situó en primer lugar. Al año siguiente batió el récord, con 1.362 millones, pero sus importadores fueron superados por sus homólogos galos por estrecho margen (poco más de 30 millones de euros). Lo mismo ocurrió en 2019.

Con los primeros compases de la pandemia, y de forma premonitoria, Italia cayó al quinto puesto tras un retroceso del 18,25% este enero con respecto al mismo mes del año pasado, de acuerdo con los últimos datos del Instituto de Comercio Exterior (Icex). Y eso que el primer brote se produjo en Lombardía el 21 de febrero.

El complejo petroquímico de Escombreras se lleva la parte del león en las ventas con el país transalpino, con 702,7 millones en 2019 (el 61% del total). Le sigue la industria agroalimentaria; sobre todo, los productores de limones (el limoncello es el licor nacional), lechugas, tomates, pescado congelado, marisco, conservas, aceites, golosinas, aditivos y especias, con 271,3 millones (23,5% de todo). Materias para plásticos aportaron 42,6 millones. La moda murciana empezaba a tener predicamento en las boutiques transalpinas y generó 34,6 millones.

Maquinaria (para alimentación, sobre todo), material eléctrico, elementos de construcción, sustancias químicas, repuestos de automoción, equipos de protección laboral y alcohol etílico completaban la demanda.

Hasta el año pasado, Murcia era la cuarta provincia que más comercializaba en Italia, solo superada por Barcelona, Madrid y Valencia. La facturación nacional se elevó en 2019 a 23.214 millones de euros, un récord histórico, situando a ese país como tercer mayor comprador de productos españoles tras Francia y Alemania.

¿Qué nos vende Italia? La balanza comercial es muy favorable a la Región. Los empresarios murcianos gastaron 394,2 millones de euros en comprar productos metalúrgicos (hierro, acero inoxidable, aluminio, cobre y plomo), equipos industriales, vehículos y repuestos, tubos y sistemas de bombeo, ropa, cuero, perfumes, cosméticos, alimentos y muebles. La tasa de cobertura exportaciones/importaciones supera el 290% a favor de Murcia.

El Fondo Monetario Internacional calcula ahora una contracción del 0,6% del PIB italiano como previsión más optimista para este año. La patronal local Confindustria calcula que las empresas perderán más de 100.000 millones de euros al mes por el cerrojazo gubernamental. Pese a ser un mercado golpeado –con 62 millones de consumidores–, las firmas murcianas deben considerar las peculiaridades de una economía madura. A pesar de su inestabilidad política, su larga crisis financiera y la paralización industrial iniciada el 22 de marzo (solo está activa el 35% de la economía), se mantiene como una de las principales potencias industriales. Una estrategia comercial basada únicamente en el precio no suele ser bien vista allí.

Además, las autoridades de Roma ya están incentivando el autoconsumo para acelerar la recuperación una vez que la epidemia comience a ser superada, puesto que la fórmula de endeudarse a través de los eurobonos no parece viable ante la oposición de Alemania, Holanda y Finlandia.

Fuente: La Verdad

Página de la Comisión Europea con los avisos sectoriales de preparación ante un eventual Brexit sin acuerdo