Los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), hecha pública hoy por el INE relativos al tercer trimestre de 2021, reflejan que el número de ocupados en la Región de Murcia creció en 4.000 personas, lo que sitúa su montante global en el registro más alto de la serie histórica: 652.600 ocupados.

Sin embargo, la encuesta también pone de manifiesto un incremento del paro en 13.800 personas respecto al trimestre anterior, una subida del 14,1 por ciento, que es la más elevada de todas las Comunidades Autónomas y de signo contrario a la media nacional, donde se ha conseguido una reducción del 3,6 por ciento. Con ello, la cifra total de parados en la Región se sitúa en 112.000 personas y la tasa de paro regional se eleva hasta el 14,6 por ciento.

La confluencia de ambos indicadores se explica por el aumento de la población activa en 17.800 personas, probablemente porque la reactivación económica propia de la época estival empuja a más personas a buscar empleo. Esta demanda, sin embargo, no ha podido ser satisfecha de modo pleno por el mercado laboral regional, dado que el dinamismo de la actividad en el tercer trimestre no ha resultado suficiente.

Los sectores más afectados por esta evolución trimestral han sido agricultura, donde el paro aumenta en 7.100 personas; seguido de servicios, con 3.800; el colectivo sin empleo anterior (+3.200) y construcción (+1.000). El único sector con reducción del paro ha sido industria, 1.400 personas.

En el horizonte interanual los datos son más favorables, teniendo en cuenta que la comparación se establece con un periodo donde los efectos de la pandemia eran más acusados. Así, la ocupación en los últimos doce meses avanza un 5,5 por ciento, mientras el paro se reduce en un 12,9 por ciento.

Como conclusión, la Encuesta de Población Activa de este tercer trimestre refleja la necesidad de aunar esfuerzos para que la reactivación económica y del mercado laboral se traslade a una creación de empleo de mayor intensidad. En este sentido, se valora el mantenimiento de las ayudas para asegurar la liquidez de las empresas viables; la prolongación de los ERTEs que en la Región afectan a finales de septiembre a 2.972 trabajadores; así como la aplicación de los fondos europeos a los sectores con más capacidad de generar riqueza y un empleo de calidad.

Por el lado de las incertidumbres que afectan a la recuperación del mercado de trabajo, preocupa el momento de plantear cualquier reforma laboral que no cuente con el consenso de los agentes sociales por sus efectos disuasorios en la contratación; el encarecimiento de los precios de las materias primas; junto con otros costes de producción como son el transporte o los suministros energéticos, especialmente la electricidad.