Agosto es un mes tradicionalmente desfavorable para la evolución del paro, una tendencia que vuelve a repetirse en un contexto de recesión por la crisis del Covid-19. Sin embargo, en esta ocasión el incremento del número de parados en las oficinas de los Servicios Públicos de Empleo en la Región ha sido menor que en años previos.

Así, 1.781 personas han engrosado las listas del paro, lo que supone un 1,5 por ciento más que en julio, frente al 2,6 por ciento de incremento medio de los últimos diez años. En estos datos no están incluidos los 12.714 trabajadores que a final de agosto permanecían en situación de ERTE, un 24,6 por ciento menos que en el mes anterior.

Todos los sectores han visto aumentar su número de parados, a excepción de la agricultura, condicionada por las campañas de verano, donde se produce un descenso del paro del 3,9 por ciento.

En sentido contrario, las consecuencias del impacto del Covid-19 en una actividad económica que no ha llegado a normalizarse durante el mes de agosto por los continuos rebrotes, se deja notar en industria, donde el paro aumenta un 2,6 por ciento; construcción, con un +5,8; y servicios, con un +1,2 por ciento, lo que en números absolutos supone más de la mitad de los nuevos parados (905). El peso de este último sector en la economía regional se ha visto marcado por la menor actividad del turismo, el comercio y las actividades de ocio y cultura propias de este mes. Por su parte, el colectivo sin empleo anterior que habitualmente se ve beneficiado por la incorporación de jóvenes, en muchos casos para cubrir las vacaciones de las plantillas de las empresas, sufre un incremento del paro del 4,4 por ciento.

Esta tendencia también se deja notar en los datos de afiliación a la Seguridad Social, donde se produce un descenso, del 0,6 por ciento, uno de los más pronunciado en el conjunto de Comunidades Autónomas, solo por detrás de Cataluña.

La intensidad de la crisis del mercado laboral que ha provocado la pandemia del Covid-19 queda de manifiesto en su evolución interanual, donde encontramos que la Región cuenta con 22.064 parados más que hace un año, lo que supone un incremento del 22,8 por ciento, ligeramente mejor que el aumento del 24 por ciento registrado en el marco nacional. Por su parte, el número de afiliados a la Seguridad Social retrocede en 1.980 personas, un 0,3 por ciento, que también es más favorable que el -2,7 por ciento del conjunto nacional.

Seguimos, por lo tanto, en una situación excepcional que requiere medidas de protección tanto de los trabajadores como de las empresas, principales generadoras de empleo y que, en muchos casos, se siguen viendo limitadas en el desarrollo de su actividad, especialmente en el sector servicios. En este sentido, los empresarios apoyan la ampliación de los ERTEs para sectores especialmente castigados por la crisis sanitaria, ya que hay empresas que no han logrado recuperar su nivel de actividad, con el fin de que la reincorporación de trabajadores no desemboque en una extinción de la relación laboral. Esta incertidumbre empresarial también queda reflejada en el Índice de Confianza Empresarial elaborada por la Cámara de Comercio de Murcia donde un 9,7 por ciento neto de los encuestados prevé disminuir sus plantillas durante el tercer trimestre del año.