El Índice de Precios al Consumo en la Región de Murcia (IPC) descendió durante enero en dos décimas, dejando la tasa interanual en el +6,2 por ciento (frente al 6,1 nacional) y tan solo una décima por debajo del elevado e histórico nivel con el que se cerró 2021 (6,3 por ciento).

Durante enero, los precios de vestido y calzado registraron un descenso del 11,1 por ciento por el periodo de rebajas; junto con ocio y cultura, que descendió un 0,9 por ciento por los menores precios de los paquetes turísticos que se han visto afectados por las restricciones de la sexta ola de la pandemia. Por su parte, el grupo de vivienda experimenta un descenso (-0,6), donde encontramos que la relativa moderación de los precios de la electricidad respecto a los elevados niveles del mes anterior se ven contrarrestados por las fuertes subidas del gas y gasóleo para la calefacción.

En sentido contrario, y como consecuencia del aumento de precios de carburantes y lubricantes para vehículos personales, el grupo de transporte experimenta una subida del 1,8 por ciento; acompañado de menaje (+1,4), y bebidas alcohólica y tabaco (+1,1)

Seguimos, por lo tanto, con unos precios muy elevados, sobre todo considerando que la inflación subyacente –la que descuenta los componentes más volátiles de la cesta de la compra–, también avanza con intensidad, hasta el 2,8 por ciento respecto al 1,9 por ciento del mes anterior, dando cuenta del carácter estructural de esta situación. Con ello, se hace difícil predecir la reconducción a corto plazo de un nivel de precios que está perjudicando tanto el poder adquisitivo de los consumidores como la actividad de las empresas que ven incrementados sus costes de producción y reducida su demanda.

Como conclusión, los elevados precios de materias primas y suministros básicos siguen ejerciendo sus negativos impactos trasversales en la economía regional y nacional, sin que se prevean soluciones efectivas a corto y medio plazo, poniendo en riesgo la intensidad de la recuperación en la que nos hallamos inmersos.