Las exportaciones de vino español aumentan un 6,3% en volumen y caen un 6% en valor

Durante el primer trimestre de 2019, España exportó 661,64 millones de litros de productos vitivinícolas, por valor de 714,7 millones de euros. Esto supone que, mientras el volumen se incrementó un 6,3% (espoleado por el granel), la facturación se contrajo en términos proporcionalmente inversos (-6,1%), a causa, fundamentalmente de unos vinos a granel cuyos precios cayeron un 30,9% (hasta los 0,42 euros/litro de media), en una coyuntura con abundante producción propia y de algunos de los principales compradores mundiales.

Según las estadísticas que ofrece del Observatorio Español del Mercado del Vino recogidos por www.sevi.net y La Semana Vitivinícola, el precio medio del vino español durante este periodo se situó en 1,08 euros por litro, con una devaluación del 11,6%, respecto al mismo periodo de 2018.

Fuente: MurciaEconomía

Las empresas españolas buscan nuevas oportunidades de inversión en China

Las empresas españolas buscan nuevas oportunidades de inversión en China. Así se ha puesto de manifiesto en el Encuentro Empresarial celebrado en Shangai en el marco de la visita oficial de la  ministra de Industria, Comercio y Turismo en funciones, Reyes Maroto, organizado por la Cámara de España, CEOE e ICEX.

En el encuentro han participado más de cuarenta empresas instaladas en China pertenecientes a sectores como el turismo, infraestructuras, energía, automoción, banca, alimentación o textil, entre otros.

Las compañías han tenido la oportunidad de explicar a la ministra Reyes Maroto las oportunidades y desafíos que supone el mercado chino y los apoyos que necesitan para afianzar y a ampliar su presencia en el país.

Asimismo, han  apostado por dinamizar el Consejo Asesor Empresarial Hispano-chino, así como identificar y aprovechar nuevas oportunidades de negocio e inversión entre ambos países.

La directora general de la Cámara de Comercio de España, Inmaculada Riera, y la presidenta de CEOE Internacional, Marta Blanco, acompañan a la ministra de Industria, Comercio y Turismo en este viaje oficial.

En la jornada de hoy, el sector turístico ha tenido un protagonismo especial en un encuentro empresarial en el que ha participado el presidente de Iberia, Luis Gallego, así como representantes del Grupo Meliá y Amadeus. Esta sesión ha permitido presentar España como destino turístico a los tour operadores chino. Posteriormente, la delegación española ha sido recibida por el vicepresidente de CTRIP, el mayor grupo turístico chino.

El viaje oficial continuará mañana con una visita a las factorías  en Shangai del  Grupo Mondragón y Gestamp, dos ejemplos de empresas  españolas establecidas hace tiempo en China y con planes de ampliar su presencia en aquel país.

Relaciones bilaterales España-China

España es el sexto socio comercial de China dentro de la UE y China es ya el mayor socio comercial de España fuera de los 28. En términos de inversión, ya hay más de 800 empresas españolas operando en China, con un stock conjunto de inversiones superior a los 3.000 millones de euros. provenientes de distintos sectores como componentes de automoción, tratamiento de aguas y gestión de residuos, ciudades sostenibles (Smart Cities), economía digital, logística y transporte, educación, servicios sanitarios, diseño industrial y robótica. Además, los sectores agroalimentarios y de bienes de consumo también son de gran interés

La inversión china en España fue en 2018 más del doble que la registrada el año anterior, creciendo un 162% hasta alcanzar los 1.020 millones de euros, frente a 392 millones de euros en 2017. Este aumento del interés inversor y de la confianza de las empresas chinas en España se plasma en numerosos sectores, siendo el turístico uno de los de mayor potencial.

Fuente: Cámara de España

Mercados agitados por la guerra comercial

Las oscilaciones de los mercados de renta variable y de renta fija a nivel global ponen de relieve los efectos de la escalada de tensiones comerciales.
Las señales de advertencia sobre la situación de la economía global se han activado. El anuncio del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de la posible imposición de los aranceles a México ha cambiado las reglas del juego en un momento en el que el crecimiento global se ha ralentizado.

Cualquier sobresalto supone ahora mismo una amenaza para la economía. Conscientes de esta situación, los inversores se han puesto a cubierto. Los banqueros centrales deberían prepararse para actuar.

Las fuertes oscilaciones que están sufriendo los mercados de renta variable y de renta fija a nivel global ponen de relieve las posibles consecuencias que puede tener la escalada de tensiones comerciales. Las Bolsas han registrado su peor mes desde diciembre; los sectores que han salido peor parados son los más expuestos al comercio global. Las rentabilidades de la deuda pública han sufrido fuertes caídas, lo que refleja la búsqueda de activos seguros y las expectativas de que la ralentización del crecimiento provoque una caída de la inflación. Aunque la política comercial de EEUU en la era Trump siempre se haya caracterizado por su inestabilidad, el anuncio que hizo el presidente hace días de que los aranceles «podrían utilizarse para un problema diferente» -en referencia a la inmigración- complica aún más las cosas.

Aranceles frente a México

La decisión de Trump de imponer aranceles del 5% a los productos mexicanos si el país no detiene el flujo de inmigrantes indocumentados ha provocado temor entre los inversores, que se preguntan cuál será la próxima decisión del impredecible presidente de Estados Unidos. El anuncio llega semanas después de que Washington cambiara abruptamente el curso de un acuerdo comercial con China, desconcertando a Pekín y a los mercados.

Todavía podría producirse un tercer anuncio, dado que Trump se plantea imponer aranceles a los fabricantes de coches europeos y japoneses. Los recientes giros de la política comercial del presidente ponen de manifiesto que la posición de EEUU puede cambiar a la velocidad de un tuit.

Ante esta incertidumbre las acciones de los fabricantes de automóviles europeos y nipones fueron las que más sufrieron las caídas el viernes pasado. En cuanto a los aranceles a México, no hay que olvidar que el país tiene el mayor déficit comercial bilateral con EEUU después de China, seguido muy de cerca por Alemania y Japón. Se desconoce hasta qué punto la guerra comercial de Trump afecta al crecimiento de la economía global.

Impulsada por la rebaja fiscal, la economía de EEUU registró en 2018 su año más fuerte desde 2015 y este año ha tenido un buen comienzo. Pero, aunque el dato del PIB del primer trimestre sitúa a EEUU como la economía que crece más rápido, la base del crecimiento no es sólida, por lo que cabe esperar que no sea sostenible.

China y Alemania

En cuanto al resto de grandes economías, los datos parecen frágiles. Los últimos estímulos fiscales han logrado mantener la evolución económica de China por ahora, pero parece que sus efectos comienzan a desvanecerse.

Los datos más recientes del sector manufacturero muestran una contracción; además, las ventas del sector distribución están en el nivel más bajo de los últimos 16 años. En la eurozona, la economía alemana ha recuperado parte del terreno perdido en el primer trimestre, aunque las perspectivas no son muy halagüeñas y la inflación ha vuelto a caer por debajo de los objetivos del BCE.

No es de extrañar que los inversores se cuestionen cuánto tardarán en aparecer las grietas ocultas de la economía global. Las rentabilidades de los bonos del Tesoro a diez años están en niveles no vistos desde septiembre de 2017 y los mercados ya cuentan con dos recortes de tipos de la Fed para este año. Mientras, los rendimientos del Bund alemán a diez años cayeron a un mínimo histórico el viernes, situándose en el -0,2%.

La bomba mexicana de Trump ha estallado a cuatro semanas de la cumbre del G20 que se celebrará en Osaka. En el pasado, los inversores veían estas cumbres como una oportunidad para alcanzar acuerdos diplomáticos al más alto nivel. Sin embargo, en la era del America First conviene ajustar las expectativas.

Fuente: Financial Times