El comercio de alimentos europeos mantuvo un crecimiento estable en 2020

El comercio agroalimentario de la UE registró un crecimiento estable en 2020, según el último informe mensual.

Las exportaciones agroalimentarias europeas alcanzaron los 184.300 millones de euros, un crecimiento del 1,4 % en comparación con 2019. Por su parte, las importaciones aumentaron hasta los 122.200 millones de euros, un 0,5 % más que un año antes.

La balanza comercial resultante fue un excedente de 62.000 millones de euros, un 3 % más que en 2019.

Los principales destinos de ese crecimiento fueron los mercados de China, Suiza y la región de Oriente Medio y África del Norte. En el caso de China, el valor de las exportaciones aumentó en 3.220 millones de euros respecto a 2019, impulsado por la carne de cerdo, el trigo y los alimentos infantiles.

Una amplia gama de productos llevó el aumento de 675 millones de euros en las exportaciones a Suiza, mientras que los cereales y los productos lácteos impulsaron el crecimiento en Arabia Saudí, Argelia y Marruecos. Cayeron, sin embargo, las exportaciones hacia Estados Unidos, Turquía y Singapur.

En cuanto al Reino Unido, las exportaciones aumentaron en 467 millones de euros frente a 2019, con trigo, pasta y dulces entre los principales productos que registraron subidas. Sin embargo, el valor de las importaciones de la UE desde el Reino Unido se redujo en 1.200 millones de euros, y las bebidas espirituosas y los licores se vieron especialmente afectados.

Las importaciones a la UE desde Canadá experimentaron un importante crecimiento en 2020, en particular con respecto a la colza y el trigo.Por categorías de productos, las exportaciones de carne de cerdo y trigo aumentaron significativamente en comparación con 2019. Otras categorías que tuvieron un buen resultado fueron los alimentos para mascotas, la colza y girasol y las pastas y pasteles.

Sin embargo, cayeron las exportaciones de bebidas espirituosas y licores, vino, cueros y pieles en bruto y algodón.

Fuente: Agrodiario

México prevé un crecimiento del 5,3% del PIB en 2021 por el impulso de la vacunación

La vacunación contra la Covid 19 tendrá un impacto significativo en el crecimiento económico de México. La Secretaría de Hacienda prevé que el producto interno bruto (PIB) del país alcance un 5,3% durante 2021, según los precriterios generales de política económica que entregó al Congreso. La cifra mejora las perspectivas que inicialmente se habían situado en un aumento del 4,6% del PIB. El Gobierno mexicano señala en el documento que la recuperación de diversas actividades económicas, que se vieron afectadas durante la pandemia, serán las que impulsen a los indicadores. La previsión estima que el crecimiento de México esté entre el 4,3% y el 6,3% al finalizar el año. Hasta ahora, México ha aplicado unos 7,4 millones de vacunas entre sus 127 millones de habitantes.

Los pilares para sostener esta subida, asegura Hacienda, dependen de la rapidez con la que se apliquen las vacunas entre la población, la recuperación económica de Estados Unidos –el principal socio comercial de México–, el alza en los precios del petróleo y la estabilidad del sistema financiero del país. “El rápido desarrollo de diversas vacunas y el inicio de su aplicación, sumado a los esfuerzos sostenidos de gobiernos y bancos centrales del mundo para mitigar los impactos de la pandemia, respaldan la expectativa de una reactivación en 2021 más acelerada que la prevista en 2020”, señala el documento. El PIB mexicano se hundió un 8.5% durante 2020 debido a la pandemia.

La Hacienda mexicana estima que para 2022 el PIB crezca un 3,6%, debido a que la economía “recobrará totalmente su nivel previo a la pandemia”. El panorama que muestra el Gobierno mexicano es optimista también con los datos de inflación: para 2021 está situada en un 3,8% y para 2022, en 3.0%. El último dato del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi) señala que el indicador de precios se sitúa en 3,54%, el más alto desde 2017, impulsado principalmente por el aumento de los precios de los energéticos. Hacienda señala que estas subidas son “transitorias”.

El crecimiento económico de México va de la mano del de Estados Unidos. El Gobierno mexicano estima que la reactivación de diversas industrias en ese país, que se benefician del tratado de libre comercio (T-MEC), echarán a andar a sus socios mexicanos. Además de que la inyección de recursos por parte del Gobierno estadounidense termina en manos de los mexicanos que envían remesas al país. En 2020, la cifra de remesas alcanzó los 36.945 millones de dólares, según datos del Banco de México. “La aceleración esperada en la recuperación de EE UU, nuestro principal socio comercial, apuntalada por su propio proceso de vacunación y por el paquete de estímulos fiscales aprobado el 10 de marzo, por 1,9 billones de dólares le dará un impulso adicional en México a diversos sectores que tienen un vínculo estrecho con el comercio exterior”, plantea el documento enviado al Congreso mexicano.

La Hacienda mexicana, además, tiene previsto proponer una reforma tributaria que se podría discutir en el Congreso en la segunda mitad del año, después de las elecciones intermedias, para aumentar los recursos públicos. El secretario de Hacienda, Arturo Herrera, ha asegurado ante el Congreso que la medida busca modificar el sistema tributario, antes que plantear nuevos impuestos. El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ha asegurado en varias intervenciones que durante su sexenio no habrá subidas de impuestos.

Fuente: El País

La cruzada de Biden para subir impuestos a las grandes empresas

El presidente de EEUU, Joe Biden, ha lanzado una cruzada contra las grandes empresas a las que quiere aumentar el tipo impositivo del 21% al 28%, y que busca extender al ámbito internacional con su propuesta de un impuesto mínimo global de sociedades presentada al G20.

El nuevo plan trata de quebrar «la carrera a la baja» en materia de impuestos corporativos a nivel internacional, en palabras de su secretaria del Tesoro, Janet Yellen, y establecer «sistemas fiscales estables y justos«. Para eso, Yellen ya ha presentado una iniciativa al G20 (que aglutina a las principales economías avanzadas y en desarrollo) para establecer una tasa mínima global de sociedades del 21% y limitar las maniobras de evasión a través de paraísos fiscales.

Biden pretende aplicar impuesto mínimo del 15% sobre los ingresos contables, los que reportan a los inversores, a diferencia de los ingresos que se reportan a la Hacienda estadounidense.
También fortalece la normativa para evitar las llamadas «inversiones fiscales», mediante las cuales grandes empresas se fusionan en busca de radicar la sede en el país con un trato fiscal más favorable y canalizar hacia allí parte de los beneficios logrados en EEUU para reducir el pago de impuestos.

La apuesta de Biden ha sorprendido por su ambición, particularmente con la renovada voluntad de liderazgo internacional de Washington.

Giro de 180 grados

«Lo positivo también es el efecto de arrastre que esto pueda tener: la opción de armar un modelo fiscal en base a defender el valor económico real y no la competencia artificial y artificiosa por quien paga menos. Proteger antes el empleo que a los grandes inversores. Un cambio de 180 grados», explicó Susana Ruiz, responsable de Justicia Fiscal de la ONG Oxfam. Supone, además, revertir una de las principales herencias dejadas por su predecesor, Donald Trump (2017-2021), quien hizo de los agudos recortes de impuestos uno de sus ejes en política económica con una reducción de la tasa a las corporaciones del 35% al 21%.

Fuente: MurciaDiario