Acuerdo en la UE para prolongar hasta 2045 la autorización de plantar viñedos

Los países de la Unión Europea (UE) están de acuerdo en prolongar hasta 2045 la autorización de la plantación de viñedos, confirmaron fuentes europeas. De esa manera el sistema de autorización para plantaciones de viñedo se prolongará de 2030 a 2045, quince años más de lo previsto inicialmente.

El acuerdo se logró en una reunión de un grupo técnico de agricultura el lunes y ahora el mandato de prórroga deberá ser discutido por la Eurocámara, aunque todavía no se conoce la fecha, indicaron las fuentes. En todo caso, el Parlamento Europeo ya se había mostrado favorable a esa extensión.

El sistema de autorizaciones para plantaciones de viñedo permite controlar y planificar anualmente el crecimiento del potencial productivo para adecuarlo a la demanda y las medidas de desarrollo rural.

Su debate se enmarca en la reforma de la Política Agrícola Común. El Consejo y el Parlamento Europeo negocian esa reforma, que incluye tres textos de reglamento -planes estratégicos, financiación y organización común de mercados agrarios- y el objetivo de la presidencia portuguesa es cerrar un acuerdo sobre los tres a lo largo del trimestre.

En una carta dirigida a finales de enero a las instituciones europeas, la Federación Europa de Vinos de Origen consideró «fundamental preservar un instrumento que permite un crecimiento adaptado y dinámico de los viñedos de la UE» y subrayó la importancia de mantener ese sistema, que considera un pilar de la política vinícola europea.

Recordó además a las instituciones que tanto los aranceles que impone Estados Unidos a muchos vinos europeos como la pandemia del Covid-19 han tenido un fuerte impacto sobre un sector que se encontraba en buen estado hasta hace poco y auguró «años» hasta que se pueda volver al nivel anterior a la crisis.

Fuente: Agrodiario

El precio del transporte marítimo se triplica y no volverá al nivel pre-Covid

El coste de transportar en barco un contenedor (flete) se ha triplicado desde que se levantó el confinamiento extremo en Europa y, pese a la crisis, el mercado descarta volver a ver en mucho tiempo los bajos precios que ayudaron a la recuperación de la economía y el comercio internacional tras el crac del 2009, lo que terminará dando un empujón a la inflación.

Según el índice de Shanghái (SCFI), el flete ronda los 2.900 dólares para los contenedores de veinte pies (TEUS), lo que supone casi el triple de los 1.000 dólares registrados en la primera semana de enero de 2020 y 3,6 veces más que el mínimo de 800 dólares de mediados de abril del año pasado cuando, en plena cierre de la economía de occidente, las navieras empezaron a parar buques. El contenedor de cuarenta pies, de referencia en EEUU, ronda los 5.200 dólares frente a los 1.800 dólares de principios del año pasado.

Tras una escalada sostenida desde junio, los índices llevan estabilizados prácticamente desde Nochebuena, dejando muy lejos la horquilla de entre los 450 y los 1.100 dólares por contenedor TEU registrados entre 2015 y principios de 2020 y poniendo punto y aparte a una era de bajos precios que impulsó el transporte por barco, menos contaminantes en cuanto a emisiones de CO2, y las importaciones, principalmente desde Asia, que se consolidó como la fábrica de Europa y EEUU.

«Existe un consenso en el mercado de que los fletes no van a volver a los precios de antes de la pandemia que tanto ayudaron a recuperar el comercio internacional y la economía tras la crisis de 2009. Llevan unas semanas estabilizados y aunque se espera un descenso tras el Año Nuevo chino (12 de febrero) por la mayor la capacidad, no retornarán nunca los precios bajos«, explica Nuria Lacaci, secretaria general de la Asociación de Cargadores de España, que ve cómo crecen las trabas para dedicarse a la importación y exportación desde que estalló el coronavirus.

Fuente: El Economista

Bruselas fía a un rebote en el segundo semestre que España lidere las alzas de PIB de la UE en 2021

La economía española, la que más sufrió la recesión causada en 2020 por la pandemia del Covid-19 en toda la Unión Europea, podría liderar el rebote comunitario protagonizando el mayor crecimiento de PIB este año bajo la expectativa de que el duro invierno dé paso a una gradual recuperación que se consolide con fuerza en el segundo semestre del año.

Así lo ha previsto, al menos, la Comisión Europea en la actualización de sus previsiones económicas, en su edición de invierno, en la que se eleva del 5,4% al 5,6% la perspectiva de avance del PIB español para 2021. Para 2022, la estimación es de un incremento del 5,3%, frente al 4,8% dibujado inicialmente.

Hay que tener en cuenta que el Gobierno mantiene su previsión de que la economía española experimente un crecimiento inercial del 7,2% este ejercicio, que aspira a elevar al 9,8% gracias al impulso de las ayudas europeas en camino. Bruselas no tiene en cuenta, de momento, el efecto beneficioso de estas ayudas en los diferentes países.

En este terreno, durante la rueda de prensa de presentación de las proyeccciones, el comisario de Economía de la UE, Paolo Gentiloni, se ha limitado a estimar un impacto positivo de las ayudas públicas que podría añadir un par de puntos porcentuales de crecimiento en el periodo 2021-2022, una vez que los planes de recuperación y resiliencia se hayan aplicado. “Los estados miembros que están por debajo de la media del PIB se prevé que tengan los mayores crecimientos, el nivel del PIB de 2026 estará en entre el 3% y el 3,5% más alto de lo que sería en un panorama sin el mecanismo de recuperación. Y los que estén por encima de la media del PIB aumentarán menos pero alrededor del 1%”, ha detallado Gentiloni, sosteniendo que “dependerá del grado de absorción y el uso inteligente de los fondos europeos”.

En cuanto a la revisión de las perspectivas sobre España, Gentiloni ha admitido que las anteriores previsiones económicas comunitarias no estaban suficientemente actualizadas, al no tener en cuenta los datos de verano, en los que el país logró un rebote inédito e inesperado. A partir de ahí, ha subrayado, el país ha sido la única gran economía europea que ha salvado en positivo el cuarto trimestre de 2020 y se prevé que lidere el crecimiento comunitario este año y el próximo.

Sin querer estimar aún el impacto concreto que puede tener el plan de recuperación, inversiones y reformas que financiarán las ayudas europeas, el comisario ha destacado que el programa diseñado por el Gobierno español está muy avanzado, incluyendo medidas en el mercado laboral y las pensiones, que van “en la buena dirección”.

Así, la previsión de Bruselas es que España lidere el crecimiento en 2021 superando el avance del 5,5% de Francia; el 3,4% de Italia; el 3,2% de Alemania; el 4,1% de Portugal; el 3,7% de media para toda la Unión Europea y el 3,8% de la zona euro.

Mal arranque de año

«Las perspectivas a corto plazo para 2021 están empañadas por aumento de las tasas de infección en las primeras semanas del año y por las medidas más restrictivas implementadas por la mayoría de las regiones españolas” señala la UE. “Como resultado, se espera que el consumo y la inversión privada caigan en el primer trimestre antes de recuperarse ligeramente en el segundo”, añade. A partir de ahí, “a medida que avanza el proceso de vacunación y las restricciones se levantan progresivamente, la actividad debería recuperarse con fuerza, impulsada por la materialización de la demanda” durante la pandemia.

Será en ese punto, asume Bruselas, cuando la tasa de ahorro de los hogares, que ha batido récords durante los últimos meses como consecuencia de la dureza de la crisis y la incertidumbre que la acompaña, comience a reducirse en favor de una mayor tasa de consumo que haga avanzar la economía.

Será clave también la recuperación del turismo, del que España es fuertemente dependiente, así como de un avance superior de las exportaciones que de las importaciones, aportando una contribución positiva al PIB a cierre de año.

La recuperación del ritmo de visitantes, no obstante, no se consolidará hasta 2022, cuando se espera que la mayoría de restricciones impuestas para contener la pandemia puedan levantarse íntegramente, si bien para entonces la demanda interna se moderará una vez reabsorbidas las operaciones que habían quedado en suspenso durante la emergencia sanitaria.

Más allá, Bruselas celebra la extensión por parte del Gobierno de las medidas de protección del empleo, como los ERTE, y la liquidez empresarial, como las líneas de avales del ICO, si bien alerta del aumento del riesgo de insolvencias societarias, concentradas especialmente en los sectores que más han padecido las restricciones a la actividad. Este frente, alerta la Comisión, podría acabar elevando el desempleo y lastrando la actividad.

Fuente: Cinco Días