La UE ante el ‘no-acuerdo’ en el Brexit

Los líderes de la UE tienen que garantizar un flujo libre de suministros vitales. Estamos a punto de alcanzar un momento importante en el proceso del Brexit, pero no en Reino Unido. Los líderes de la Unión Europea se reunirán esta semana, entre otras cosas, para analizar el Brexit. Es el momento perfecto para una masacre de «unicornios». Hasta la fecha, los líderes europeos se han dividido entre los que quieren que Reino Unido dé marcha atrás con el Brexit, y los que quieren que siga adelante con él. La tendencia empieza a decantarse hacia estos últimos, debido en part e a la victoria del partido del Brexit en las elecciones europeas en Reino Unido.

La mejor forma de proceder para la UE sigue siendo la misma hoy que en marzo: enfrentar a Reino Unido a la decisión entre aceptar el actual acuerdo de salida o marcharse sin un acuerdo a finales de octubre. Emmanuel Macron, el presidente francés, abogó por la guillotina en abril. Luego se avino. Pero ahora le apoyan más miembros del Consejo Europeo. Theresa May, la primera ministra británica saliente, era una buena negociadora, pero una mala estratega. Lo demostró cuando planteó el Brexit como una decisión entre tres opciones: un acuerdo, un no acuerdo y que no se produzca el Brexit.

Si en diciembre May y la UE hubieran aceptado reducir las opciones de tres a dos -acuerdo frente a no acuerdo-, los Comunes habrían tenido muchos más incentivos para votar a favor.
Si Boris Johnson sucede a May como primer ministro, la mejor forma de proceder sería partir del punto donde su predecesora perdió el rumbo. No debería molestarse en renegociar el acuerdo de salida. La UE no iniciará nuevas negociaciones. Podría hacer una nueva declaración política, y presentarla como una elección definitiva.

Para que esa estrategia sea creíble, Johnson necesita la conspiración activa de la UE. Con la fecha límite fijada, será la Cámara de los Comunes, y no el primer ministro, el que decida entre acuerdo y no acuerdo. Y la amenaza del no acuerdo no puede quedarse en un farol. Los líderes de la UE tienen que prepararse para ello. Deberían pedir a la Comisión Europea que garantice un flujo libre de suministros vitales.

Los líderes de la UE también deberían pensar en la futura relación. Si se aprueba el acuerdo de salida, las negociaciones empezarán pronto. De lo contrario, la UE, Reino Unido e Irlanda tendrán que llegar a acuerdos inmediatos para la frontera irlandesa. Me incluyo entre los que están dispuestos a dar al acuerdo de May una oportunidad de éxito póstumo. Sin embargo, la probabilidad de un desenlace sin acuerdo siempre ha sido mayor de lo que sugerían la mayoría de comentaristas. No todos los analistas o diputados se han molestado en leer el Artículo 50 del Tratado de Lisboa. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea añadió a este sucinto texto la idea de una revocación unilateral.

El próximo primer ministro debería ofrecer a los comunes una última oportunidad para conseguir un Brexit pactado. El Consejo Europeo debería ayudar descartando otra extensión. Los líderes europeos deberían reconocer que podrían terminar provocando un Brexit sin acuerdo con su indecisión.

Fuente: Financial Times

La UE lidia con 425 barreras comerciales en el fuego cruzado Estados Unidos-China

China, Estados Unidos, India y Argelia. Esos son los cuatros países cuya política proteccionista está causando un mayor impacto en la economía de la UE. Los cuatro son referencia del 80% del total de las exportaciones que se realizan desde el club comunitario y en los cuatro se han ido añadiendo cada vez más medidas de corte restrictivo que han impedido el libre flujo comercial y que están teniendo como principales perjudicados a los sectores del acero, el aluminio y las tecnologías de la información y la comunicación. El golpe para las empresas europeas se cifra en más de 51.400 millones de euros.

El informe anual sobre barreras comerciales que ha dado a conocer la Comisión Europea este lunes les señala directamente como los más beligerantes al acaparar, junto con Rusia, el grueso de las 425 trabas que se reparten por 59 países. En términos absolutos son menos que las que se detectaron en 2017, pero entonces el impacto era de algo más de 23.000 millones. Aranceles, cotas a la importación, dumping (venta por debajo de precio comercial e incluso de costes de producción para eliminar a los rivales)… la lista de agravios es larga.

Y no parece tener fin a corto plazo en el fuego cruzado que mantienen Estados Unidos y China. «Vivimos tiempos turbulentos», remarcó la comisaría de Comercio, Cecilia Malmstron. Porque episodios como el de Huawei y las redes ultrarrápidas 5G vienen a confirmar que la escalada de la tensión entre esos dos colosos parece imparable. Bruselas y varios organismos internacionales comparten la «preocupación» por esa batalla. Pero también la inquietud por el nivel de sus «efectos globales». Hoy es una incógnita.

La relación más compleja se mantiene con China. Es el socio más restrictivo del comercio para la UE con 37 barreras activas; cuatro más el último año que podrían afectar a las exportaciones de la UE en una cuantía superior a los 25.700 millones de euros.

Fuente: La Verdad

El Bundesbank advierte de que la economía de Alemania se está «enfriando notablemente»

«La economía se enfría notablemente en Alemania tras un periodo de gran prosperidad económica», considera el Bundesbank, el banco central del país.

En su boletín económico de junio, publicado este lunes, el Bundesbank añade que «se mantienen intactos, antes como ahora, los impulsos económicos internos, pero la tendencia coyuntural principal es contenida».

La caída de la industria, que sufre por el debilitamiento de las exportaciones, es el factor decisivo del debilitamiento de la economía alemana.

El Bundesbank prevé que las exportaciones crecerán de nuevo con más fuerza en la segunda mitad del año, de lo que podría beneficiarse la industria.

Fuente: El Economista