Abril ha registrado un incremento del paro en la Región del 6,43 por ciento, en un mes en el que tradicionalmente el mercado laboral tenía un buen comportamiento, como venía sucediendo desde 2010.

Un total de 6.896 personas se suman así a las listas del paro, la mayor subida de la serie histórica, con lo que la cifra total ya asciende a 114.208. Hay que considerar, además, que estos datos no incluyen ni los casi 80.000 trabajadores en situación de Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) contabilizados en la Seguridad Social a 30 de abril, ni los ceses de actividad de autónomos sobrevenidos por la declaración del estado de alarma y del cierre de actividades no esenciales con motivo de la crisis del Covid-19.

El único sector que se se salva del aumento del paro es agricultura donde hay un 0,78 por ciento de parados menos, dado que se pusieron en marcha distintas medidas incentivadoras de la incorporación de trabajadores a las campañas propias del mes para asegurar el abastecimiento de alimentos a la población.

Por su parte, los datos de afiliación a la Seguridad Social muestran un descenso del 2,26 por ciento, lo que supone una pérdida de13.322 afiliados. El número de afiliados disminuye así hasta 577.402. Tanto en el paro como en afiliación a la Seguridad Social, los datos de la Región de Murcia son menos malos que los registrados a nivel nacional, donde el paro sube más de un punto por encima (7,97 por ciento frente al 6,43 por ciento regional) y la afiliación baja más (2,88 por ciento).

Se cumplen, por lo tanto, los negativos pronósticos para el mercado laboral que ha traído consigo la parada de actividad empresarial decretada por el gobierno central, cuyos efectos se seguirán produciendo en los próximos meses. Ante esta situación, la Cámara de Comercio de Murcia recuerda la necesidad de apoyar a las empresas y a los autónomos, especialmente aquellos en cese de actividad, para que la recuperación se produzca de la forma más rápida posible y que así se minimice su impacto en el mercado laboral, preservando el empleo y posibilitando la reincorporación de los trabajadores afectados por un ERTE.

Para ello, se recuerda la importancia de medidas como que las empresas cuenten con seguridad jurídica en todo el procedimiento de los ERTEs para que los ya aprobados por silencio administrativo no puedan ser denegados en un futuro; y que los trabajadores accedan a sus prestaciones sin retrasos. La flexibilización en las condiciones de estos ERTEs deberá incluir tanto la incorporación progresiva de los trabajadores según se vaya recuperando la actividad, como la eliminación del requisito del mantenimiento de las plantillas.

Asimismo debe ser prioritario que las líneas de financiación ya anunciadas con el objetivo de asegurar la liquidez de las empresas se hagan realmente efectivas con mecanismos ágiles, flexibles y de sencilla tramitación.