La inflación en China sube un 2,7% en junio, en máximos del año por segundo mes consecutivo

El índice de precios al consumidor (IPC) de China, principal indicador de la inflación, subió un 2,7% interanual en junio, idéntico dato al registrado en el mes anterior, con lo que se mantiene en el nivel máximo en un año, según publica hoy la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE).

Al igual que en el mes anterior, los principales protagonistas de este aumento interanual de los precios fueron los alimentos, que subieron un 8,3%, explicó el director de la División Urbana de la ONE, Dong Yaxiu.

En este sector destacaron los precios de las frutas frescas (42,7% interanual de aumento), que se explica no sólo por la influencia del «clima extremo» sobre las cosechas sino también porque en junio de 2018 los precios fueron más bajos de lo habitual.

Pero el gran protagonista volvió a ser la carne de cerdo, uno de los productos más demandados por los consumidores chinos, que sigue sufriendo los efectos de una epidemia de peste porcina africana que ha acabado con la vida de millones de animales, y que se encareció el 21,1%.

De hecho, en opinión de Julian Evans-Pritchard, analista de la consultora Capital Economics, los problemas con el suministro de productos porcinos «siguen siendo el principal causante de esta tendencia» alcista de sus precios.

Y la situación no parece que vaya a cambiar: las autoridades reconocieron recientemente que, desde su inicio en agosto de 2018, la epidemia ha acabado con la vida de casi 1,2 millones de cerdos y apuntaron que la perspectiva de las tareas de prevención y control sigue siendo «complicada y desalentadora».

En el acumulado de la primera mitad del año, los precios del cerdo subieron un 10,2% y los de la fruta fresca, el 16,1%, en comparación con el mismo período de 2018.

El aumento de los precios no alimentarios fue del 1,4%, una décima menos que el mes anterior. Destaca la nueva bajada de los precios energéticos: el combustible para vehículos descendió un 6,5 %. El Gobierno anunció ayer un incremento de los precios de la gasolina y el diésel de acuerdo al mecanismo que los regula.

En este campo, el sector más inflacionista fue el de la sanidad (2,5%), con más protagonismo de la medicina tradicional china que de la occidental: 4,9% frente a 4,7%.

De cara al futuro, Evans-Pritchard considera que esta estabilidad de los niveles de inflación probablemente será efímera: «el arrastre de la caída de los precios del petróleo debería aflojar dentro de poco tiempo, y el reciente desplome del suministro de cerdo sugiere que es probable que la presión alcista sobre los precios alimentarios se intensifique en los próximos meses».

Esta situación, advierte el experto, no evitará cambios en la política monetaria china: «dado que se podrá culpar a los problemas con el suministro, no creemos que un mayor aumento de la inflación general impida al Banco Popular (central) relajar la política monetaria».

Inflación mayorista

La ONE también ha hecho público hoy el dato del índice de precios a la producción (IPP), medidor de la inflación mayorista, que no registró variación alguna de precios con respecto a junio de 2018, marcando su punto más bajo desde agosto de 2016.

El IPP se situó un 0,3% por debajo del dato registrado en mayo, volviendo a la sen da de la desaceleración tras tres meses consecutivos de tímida recuperación.En la comparación con junio de 2018, las materias primas se incrementaron un 4,5%.

Por sectores, el más destacado por la parte inflacionista fue el de la minería y separación de los metales ferrosos, con un 18,5%, mientras que en lo que a bajadas de precios se refiere, el líder fue la industria de papel y sus derivados, que registró una caída del 6,7%.

En el quinto mes del año, el IPC aumentó un 2,7% interanual, lo que supuso el mayor crecimiento de los precios desde el mismo mes de 2018, aunque todavía por debajo del objetivo oficial del 3%.

Fuente: Expansión

La llegada de IED a Catar se redujo drásticamente en 2018

El director general de Dharman, Abdullah Ahmad Abdullatif Alsabeeh, destacó durante la presentación del “Informe sobre el clima para las inversiones en los países árabes en 2019” que Catar ha sufrido una notable caída en la llegada de inversión extranjera directa (IED) en 2018, pues en ese año se registró la salida de unos 2.200 millones de dólares, frente a los 986 millones de dólares que ese emirato atrajo en 2017.

El documento, que se basa en los últimos datos recopilados por la UNCTAD, subraya igualmente que la IED captada por los países árabes durante el año pasado se redujo un 0,3% frente a lo conseguido en 2017, al totalizar unos 31.200 millones de dólares.

Según informa el medio especializado Albawaba, los Emiratos Árabes Unidos, Egipto y Omán recibieron durante el ejercicio pasado la mayor parte de las entradas de inversión dentro de este grupo de países, al sumar juntos casi un 70% del total. De este modo, la región atrajo cerca del 2,4% de toda la inversión extranjera en el mundo, que significó casi 1,3 billones de dólares en 2018.
El número de nuevos proyectos de IED en la región llegó hasta los 876 en 2018, 56 iniciativas más que en el ejercicio anterior, mientras que el volumen de la IED acumulada creció un 3,4% hasta rozar los 890.000 millones de dólares, cerca de un 2,8% de los 32,3 billones de dólares estimados para todo el mundo.

Fuente: ICEX

La producción industrial de la zona Euro sube más de lo esperado en mayo

La producción industrial de la zona euro subió más de lo esperado en mayo, según los datos publicados el viernes, compensando los descensos de los últimos dos meses y desafiando las sombrías previsiones causadas por las prolongadas tensiones comerciales.

El dato positivo podría socavar las intenciones de los responsables políticos del Banco Central Europeo, que están a favor de un mayor estímulo para contrarrestar el débil crecimiento y la baja inflación en la zona euro, aunque los economistas advierten de que la mejora podría ser temporal.

La agencia de estadísticas de la UE, Eurostat, dijo que la producción industrial de la zona euro aumentó un 0,9% en mayo, por encima de las expectativas de consenso del mercado de un aumento del 0,2%. La previsión más pesimista era un descenso del 0,5%.

Eurostat también revisó al alza sus datos de abril, que ahora muestran una caída del 0,4% en la producción en lugar del 0,5% estimado anteriormente.

La producción había caído un 0,3% en marzo y se mantuvo estable en febrero, después de un aumento del 2,0% en enero.

El aumento en mayo fue causado por un crecimiento en la producción de bienes de consumo no duraderos, como ropa y alimentos envasados, que subió un 2,7%.

Los mayores riesgos derivados de las tensiones comerciales mundiales han llevado a la Comisión Europea esta semana a recortar las perspectivas de crecimiento de la zona euro para el próximo año y a no modificar las previsiones de ralentización para este año.

En el año, la producción industrial cayó un 0,5%, encadenando su tercera caída consecutiva.

El mes pasado, los responsables de la política monetaria del BCE coincidieron en la necesidad de estar preparados para dar un mayor estímulo a la economía de la zona euro en un entorno de “mayor incertidumbre”, según mostró el jueves las actas de la última reunión de la BCE.

Fuente: Reuters

Alemania reconoce que sufrirá un frenazo económico en el segundo trimestre

La economía alemana, que en el primer trimestre logró un sorprendente repunte de la economía del 0,4%, registró una tendencia económica más débil en el segundo trimestre del año ante la persistencia de los problemas del sector industrial y el enfriamiento de la actividad en el sector servicios en un contexto lastrado por las incertidumbres relacionadas con el Brexit, la guerra comercial y las tensiones geopolíticas, según ha advertido el Ministerio de Economía y Energía de Alemania.

En su boletín mensual, el ministerio encabezado por Peter Altmaier señala que, tras un desempeño «sorprendentemente fuerte» en los tres primeros meses del año, los datos apuntan a un desarrollo más modesto en el segundo trimestre, cuando el sector servicios ha perdido parte del impulso observado en el arranque del ejercicio, mientras continua la debilidad en la industria. «Los vientos en contra de la demanda externa siguen siendo palpables. Los datos actuales apuntan a una situación de mayor calma también en el sector servicios», afirma el Ministerio, advirtiendo de que «esto indica una tendencia básica débil para la economía en el segundo trimestre».

En este sentido, el análisis destaca el apoyo a la economía procedente del mercado laboral, aunque este impulso comienza a desvanecerse como consecuencia del debilitamiento económico.

El pasado mes de abril, el Gobierno de Merkel ya recortó su previsión de crecimiento económico al 0,5% desde 1% estimado a comienzo de año. De confirmarse las previsiones, la expansión económica de la primera economía del euro registrará el mayor frenazo desde 2012, al pasar de crecer en un año del 1,8% al 0,5%.

Desde la segunda parte del año pasado, la economía alemana está comenzando a sentir las tensiones comerciales a la que se ha unido una crisis industrial, que no tiene precedentes en los últimos años. Está cayendo la tormenta perfecta sobre el poderoso sector del automóvil. A la caída de las exportaciones, los fabricantes están sufriendo la reconversión de la industria. Varios de sus gigantes automovilísticos como BMW, Volkswagen o Porsche se han visto obligados a detener la producción de algunos de sus modelos debido a la nueva homologación de consumos de combustibles. Por primera vez desde 2016, las fábricas en Alemania han comenzado a destruir empleo y dejar de renovar los contratos temporales.

Alemania es el país más exportador del mundo, el comercio representa el 86% del PIB. Y los automóviles son unas de la pieza clave. Anualmente, Alemania vende más de 200.000 millones en exportaciones del sector del automóvil.

A final de año, la economía esquivó la recesión técnica por muy poco. El PIB del último trimestre registró crecimiento cero. No obstante, después de la cauta evolución de la economía entre abril y junio, el Ministerio alemán confía en un rebote de la actividad si mejora el entorno exterior, donde actualmente pesan las incertidumbres relacionadas con el Brexit, la guerra comercial y las tensiones geopolíticas.

Fuente: www.eleconomista.es