Los precios interanuales vuelven a descender en la Región hasta el -0,8 por ciento, pese a la subida mensual del Indice de Precios al Consumo (IPC) que ha sido de tres décimas. Con ello la inflación en la Región se sitúa al mismo nivel que el conjunto de España, encadenando ocho registros negativos sucesivos.

El su evolución mensual encontramos que los grupos de vestido y calzado siguen al alza por la nueva temporada (+5,8 por ciento), junto con los servicios relacionados con vivienda que suben un 1,1 por ciento impulsados sobre todo por los mayores precios de la electricidad. En sentido contrario, alimentos y bebidas no alcohólicas descienden un 1,2 por ciento, principalmente por los precios de la fruta, y en menor medida legumbres y hortalizas; al que se suma el grupo de ocio y cultura por el menor consumo de paquetes turísticos en la actual situación sanitaria.

Por lo tanto, desde el mes de abril los registros negativos de los precios se suceden por la debilidad de la demanda provocada por la crisis económica que deriva de la situación sanitaria y la incertidumbre que genera entre empresas y consumidores. Esta evolución coincide con la opinión expresada por los empresarios en el último Ïndice de Confianza Empresarial (ICE) elaborado por la Cámara de Comercio de Murcia, donde el 11,9 por ciento neto de las empresas encuestadas señalan que esperan una disminución de sus precios para el último trimestre del año.

Sin embargo, también hay que señalar que se trata de unos precios que mejoran la competitividad de los productos murcianos y españolas en los mercados internacionales, considerando que la inflación en el conjunto de la Unión Europea, principal destino de nuestras exportaciones, marcó su último registro en el +0,3 por ciento.

Asimismo, la inflación subyacente, que en la Región se sitúa en el +0,5 por ciento, permite prever que, una vez superada la actual situación de incertidumbre, el consumo volverá a reactivarse en el marco de la esperada recuperación económica, satisfaciendo la llamada “demanda acumulada” que supone la realización de compras aplazadas por el clima económico generado por la pandemia.